Cuando se habla de educación superior solemos estigmatizarla como un espacio en donde los saberes se adquieren solo en un espacio físico y que quienes en ella se encuentran son vacas sagradas, por ello uno de los retos que las universidades partiendo de la vertiente andragógica es la educación permanente, las
universidades deben abrir sus programas de manera que sean apropiados a
las nuevas características de la población que atienden y a los nuevos
intereses, es decir que las universidades deben modernizarse no solo en
infraestructura sino en sus propios planteamientos teóricos y
metodológicos. Generar una educación que abarque de alguna manera todas
las dimensiones de la vida, todas las ramas del saber, todos los
conocimientos prácticos. La educación superior debe contribuir al
desarrollo de la personalidad de los sujetos y tomar en cuenta el valor
de los aprendizajes adquiridos fuera de la escuela, para ello debe
abrir sus espacios, no acotarlos al espacio físico, y me refiero muy
particularmente a la educación abierta y a distancia la cual no se
encuentra en la mayoría de los sistemas superiores en México.
Desde la vertiente andragogica los
contenidos temáticos se van construyendo y deconstruyendo por lo que las
TIC se convierten en un medio participativo del aprendizaje continuo
donde el conocimiento no solo se acumula sino que se utiliza para seguir
aprendiendo.
La
educación superior debe mostrarse hoy en día como más abierta, porque si
bien depende de los saberes de sus especialistas puede bien nutrirse de
las experiencias de sus estudiantes. Por que en un sistema de enseñanza
superior los sujetos ya no van porque se ven obligados (el al mayoría
de los casos es una decisión personal) que tienen la necesidad de saber,
quieren saber, necesitan saber y pretenden utilizar lo que aprenden.